La controversia generada en torno a la temperatura ideal del aire acondicionado es cada año más grande. ¿Cuántos grados debo poner en mi máquina? ¿Cuál es la temperatura ideal? ¿Qué temperatura consume menos? Esas y otras muchas cuestiones son frecuentemente preguntadas a medida que se acerca el verano. Con este post, vamos a intentar arrojar un poco de luz sobre este asunto tan peliagudo.
En primer lugar deberíamos dejar algo claro: no existe una normativa oficial para el uso doméstico. Las normativas se ciñen en exclusiva al ámbito laboral. Sin embargo este hecho no quiere decir que no podamos extrapolar a nuestro día a día recomendaciones de uso y limitaciones de temperatura que se derivan de dichas normativas.
La normativa en España
Si nos atenemos a la normativa oficial de nuestro país, el documento que debemos consultar es el BOE. En concreto, el Real Decreto 1826/2009 por el que se modifica el Reglamento de instalaciones térmicas en los edificios.
En él, se establece literalmente que:
a) La temperatura del aire en los recintos calefactados no será superior a 21 ºC, cuando para ello se requiera consumo de energía convencional para la generación de calor por parte del sistema de calefacción.
b) La temperatura del aire en los recintos refrigerados no será inferior a 26 ºC, cuando para ello se requiera consumo de energía convencional para la generación de frío por parte del sistema de refrigeración.
Estas dos limitaciones de temperaturas están siempre supeditadas a que la humedad relativa esté comprendida entre un 30% y un 70%. ¿Y qué significa eso de energía convencional? Realmente es bien simple: se refiere a que no se contemplan los casos en que la energía es producida por cualquier tipo de energía renovable.
Para verano, una temperatura en casa de entre 24ºC y 26ºC se podría considerar como ideal. Este rango proporciona el confort térmico deseado sin repercutir en un consumo excesivamente elevado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario